En las últimas décadas no solo ha cambiado nuestro comportamiento nutricional, también ha descendido enormemente la actividad física diaria. La actividad laboral cada vez es más sedentaria, los medios de transporte están al alcance de todos y los desplazamientos son muy cortos, incluso hasta los juegos de los niños han cambiado siendo mucho más pasivos.
El músculo esquelético es un tejido con una gran capacidad de adaptación, en función de las necesidades puede aumentar sus niveles de fuerza (hipertrofia) o de resistencia (mayor cantidad de fibras oxidativas y mitocondrias más eficientes). Pero para mantenerse activo y cumplir sus funciones necesitan movimiento y ahora la sociedad esta en un momento de escaso actividad física, que sin lugar a dudas, favorece muchas de las enfermedades metabólicas modernas.
En los últimos 15 años el musculo esquelético ha dejado de ser visto únicamente como un tejido que produce movimiento. Las últimas investigaciones han demostrado que se trata de un órgano endocrino altamente activo y productor de múltiples hormonas mediante el ejercicio, con acción endocrina y paracrina denominadas mioquinas.
Estas tienen funciones muy variadas y en todas ellas es necesario el ejercicio físico para poder producirlas. Las más conocidas tienen un importante efecto en el metabolismo de la glucosa, de los ácidos grasos, en la secreción de insulina, el sistema inmune o la inflamación.
Además esta acción paracrina permite que tras una sesión de entrenamiento se produzcan cambios en la expresión genética de músculos que no fueron ejercitados (estudio)
Sin la participación de ellas, por ejemplo, se produce acumulación de grasa vísceral. Y este supone un marcador de salud muy importante que indica alteraciones metabólicas (articulo).
Al bloquear la acción de una sola de estas mioquinas (IL-6) mediante un medicamento, se comprobaron grandes diferencias en la pérdida de grasa abdominal entre el grupo control realizando ejercicio con disminución y el que hacía ejercicio pero utilizaba este medicamento inhibidor (estudio)

Sin la acción de estas aumenta la aparición de muchas de las enfermedades modernas (diabetes, obesidad, arterosclerosis, neurodegeneración y crecimiento tumoral) (estudio)
Estas condiciones favorecen un estado proinflamatorio y susceptible de desarrollar diversas enfermedades crónicas. La principal característica de estas “nuevas epidemias” es la alteración metabólica e inmunológica de diferentes órganos (estudio) debida fundamentalmente a la inactividad física.
Según la Dra Pedersen, pionera en la búsqueda de las mioquinas, los músculos son capaces de comunicarse con otros órganos como el hígado, páncreas, huesos, cerebro e incluso tejido adiposo, mediante ellas (estudio). Además, parece que funcionan de manera muy similar a las hormonas ejerciendo potentes efectos endocrinos específicos sobre la grasa visceral y efectos antinflamatorios muy beneficiosos para la salud.

Veamos cuales son las funciones de algunas de ellas que ya han sido identificadas (estudio):
- IL-6 (interleucina 6): Se libera desde las fibras musculares en respuesta al ejercicio físico y puede incrementarse hasta 100 veces su concentración respecto al reposo. Tiene un rol importante en el metabolismo de los lípidos, en la mejora de la sensibilidad de la insulina y propiedades antiinflamatorias (estudio)
- IL-13 (interleucina 13): Relacionada con el metabolismo de la glucosa, siendo fundamental en los procesos de oxidación y síntesis de glucógeno. En un estudio se pudo comprobar que los sujetos diabéticos tienen niveles un 75% inferiores a los sujetos sanos
- IL-8 (interleucina 8): Se produce con el ejercicio extenuante y excéntrico fundamentalmente, aunque su concentración plasmática aumenta muy poco, por lo que se piensa que tiene una acción paracrina. Estimula la angiogénesis (crecimiento de vasos capilares) y disminuye la resistencia vascular periférica, aumentando el aporte sanguíneo muscular (estudio).
- IL-15 (interleucina 15): Se produce como respuesta al entrenamiento de fuerza. Ha sido identificada como un factor anabólico, inhibiendo la degradación proteica muscular, estimulando la captación de glucosa y también facilitando la oxidación de ácidos grasos a nivel muscular. Se considera una opción terapéutica para el control de la obesidad (estudio).
- BDNF (factor neurotrofico derivado del cerebro): juega un papel importantísimo en el crecimiento y mantenimiento de las neuronas. Resulta muy interesante saber que el músculo es tiene la capacidad de producirla en respuesta al ejercicio (estudio) por lo que el ejercicio tiene una relación interesante con la salud mental. En las últimas investigaciones incluso se han comprobado mejoras en la plasticidad cerebral con intervenciones combinadas de ejercicio y estimulación cognitiva (estudio)
- LIF (factor inhibidor de la leucemia): Se genera fundamentarme con el entrenamiento de fuerza. Su principal función parece ser genera la proliferación de células satélite y la hipertrofia muscular (estudio).
- FGF-21 (factor de crecimiento fibroblastico): Tiene propiedades reguladoras de glucosa y triglicéridos, mejora la sensibilidad a la insulina a través del incremento de adiponectina (estudio). Se piensa que puede ser un aliado en el tratamiento de la diabetes.
- Visfatina: Está asociada a un efecto cardioprotector y aumenta la sensibilidad de la insulina por parte de los tejidos (estudio).
- Irisina: Parece mediar en la activación de la biogénesis mitocondrial y la remodelación del tejido adiposo, transformando adipocitos blancos en grasa parda (estudio). Esta acción permite aumentar el gasto energético a bajas temperaturas como ya vimos en otra entrada
Estos son solo algunos ejemplos, pero hay muchas más conocidas y otras que necesitan más investigación para conocer todas sus funciones.
La investigación actual se está centrando en las características que debe tener el ejercicio para optimizar el proceso de producción de mioquinas, ya que por ejemplo el consumo de glucosa durante el ejercicio atenúa la acción de la IL-6 a pesar del ejercicio (estudio).
La inactividad física es un factor de riesgo que contribuye enormemente a los índices de mortalidad debido al incremento de la grasa visceral y los procesos inflamatorios. Todos estos condicionantes son los principales promotores de la resistencia a la insulina, arterosclerosis, neurodegeneración y crecimiento tumoral.
Como podemos comprobar el tratamiento de muchas de estas patologías mediante dieta o fármacos, debe estar reforzado por el ejercicio físico, ya que los beneficios pueden ser multiplicados

Nuestro cuerpo está diseñado para moverse y realizar ejercicio. Nuestros antepasados durante siglos tuvieron que moverse y mucho para sobrevivir, y esto además de comida les proporcionaba estos beneficios que poco a poco estamos conociendo. Sin embargo, ahora podemos comer y sobrevivir sin necesidad de movernos. Incluso podemos afirmar que los trabajos mejor pagados suelen ser los más sedentarios y lo que más actividad física representan los que menos.
RESUMEN:
- La nutrición es muy importante para la salud, pero cada vez se está demostrando el ejercicio físico parece que puede serlo aún más. Los nutricionistas cada vez tienen más prestigio en la sociedad por su ayuda en la salud, pero los profesionales del ejercicio tenemos que ganarnos aún este mérito.
- La realización de ejercicio de manera regular ofrece una eficaz protección frente a numerosas enfermedades crónicas y metabólicas. Aún no conocemos todo el poder, pero cada día hay más evidencias.
- No se debe pensar en el ejercicio como una simple mejora estética, la salud pública debería informar de la importancia de esta producción de mioquinas para nuestra salud y derivar a profesionales del ejercicio para que saben cuál es la dosis adecuada para cada persona
- Transmitir la importancia del hábito de realizar ejercicio físico regular a nuestros hijos los hará tener un futuro más saludable, debe ser parte de nuestra herencia
Un comentario en “Músculo, órgano endocrino”